La reconciliación promueve comunidades que viven y lideran sus propios procesos para reestablecer relaciones justas.
La cultura del encuentro y la reconciliación convoca a muchos actores en la región. Esta diversidad se expresa en muchas prácticas y narrativas.
Reconocer nuestros propios puntos de partida, haciendo una valoración honesta de nuestras capacidades y limitaciones.
Respetar, valorar y escuchar unos a otros a través de nuestras acciones, palabras y actitudes.
Generar confianza caracterizada por el respeto, la confidencialidad, el compromiso, la esperanza y el amor.
Apoyar la reconciliación creando oportunidades para que las personas (re)establezcan las relaciones con ellas mismas, con sus historias y con los demás.
Respetar a los demás como seres humanos.
Cultivar conexiones construyendo solidaridad entre diversas identidades, tradiciones y creencias.
Extender el cuidado y la empatía hacia otras personas, suspendiendo el juicio personal y acercándose a cada una con el corazón y mente abierta.
Superar los prejuicios, la ira, el miedo y otras barreras que nos impiden encontrarnos con el otro.
Demostrar que toda opinión es importante, reconociendo cada contribución como significativa y valiosa y honestamente incluida en la toma de decisiones.
Comprometerse con la verdad al facilitar espacios seguros, valientes y creativos que hagan justicia a las historias de sobrevivientes de la violencia en todas sus formas.
Juanes
Diego Torres
César López
Marta Gómez
César López
La toma
Danit
Nativa
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Proyecto
Generar confianza caracterizada por el respeto, la confidencialidad, el compromiso, la esperanza y el amor.
La reconciliación promueve comunidades que viven y lideran sus propios procesos para reestablecer relaciones justas.
La reconciliación hace parte de la misión de acompañar, servir y defender a las personas refugiadas, migrantes y desplazadas forzadas.
La reconciliación empieza por cada persona, pero se sostiene en comunidad.
La reconciliación no es una meta, sino un camino que se elige cada día.
La reconciliación regional es intercambio entre diversidades: por eso hablamos de reconciliaciones.
La reconciliación brinda la posibilidad de confiar, creer y sostener la esperanza en escenarios difíciles y violentos.
La reconciliación hace de lo personal algo político, y abre posibilidades
de leer las realidades desde distintas perspectivas.
La reconciliación es un proceso vivo y palpable que se siente en el cuerpo.
La reconciliación no lo soluciona todo, pero ayuda a ver más allá e imaginar un futuro compartido.