La AHI del JRS en la región parte del hecho de que su intervención es una ayuda a la población víctima y esta será más eficaz en tanto y en cuanto se vincule al Estado, como primer obligado a dar respuesta humanitaria, y a otras organizaciones humanitarias o de la sociedad civil.

• Acompañamiento Psicosocial: El JRS sabe que los apoyos psicosociales y de salud mental más efectivos se llevan a cabo mediante servicios escalonados y complementarios capaces de satisfacer una retahíla de complejas experiencias y necesidades. Con este fin, los programas psicosociales proporcionados por el JRS están dirigidos a robustecer los apoyos de la comunidad y la familia poniendo énfasis en la reconstrucción de la esperanza, la recuperación de la dignidad humana y el fortalecimiento de la cohesión social.El personal del JRS proporciona espacios seguros y actividades a grupos vulnerables, gestiona casos, asesora individual y grupal, además capacita y supervisa al personal no especializado que se vincula en las comunidades a las que servimos.

  Una piedra angular de la misión del JRS es ofrecer servicios humanos integrales a través del compañerismo, la calidez y el reconocimiento de la dignidad humana; mediante esta misión y a través del prisma del acompañamiento del JRS, brindamos apoyo psicosocial a los necesitados.

• Acompañamiento Jurídico: En el Contexto de Venezuela, Colombia, Ecuador y México la asesoría jurídica se asocia con la Acción Humanitaria en primera instancia, luego nos damos cuenta que en realidad se relaciona estrechamente con cada una de las áreas o servicios que presta la organización, desde la AH hasta la incidencia.El área jurídica busca la satisfacción de necesidades básicas y el goce efectivo de los derechos, mediante el acompañamiento, asesoría y la defensa para la protección integral de las personas; en una primera instancia mediante la regularización o el reconocimiento ante los Estados, facilitando la integración local y la reconstrucción de los proyectos de vida en sus comunidades de acogida.
• Ayuda Humanitaria: Es el primer momento del desplazamiento y la ayuda se debe prestar dentro de las primeras 72 horas después de ocurrido el hecho; en un segundo momento, y tras identificar las necesidades básicas de las víctimas, de forma diferencial y gestionar su provisión con el Estado y otras organizaciones sociales, se deben mantener las condiciones de seguridad de las víctimas.

Las víctimas en situación de emergencia prolongada, es decir, aquellas que después de un año de ocurrido el hecho victimizante no han recibido atención humanitaria y están en alto riesgo de ser re-victimizadas, podrán recibir atención humanitaria de emergencia de acuerdo a unos criterios claros establecidos. Los equipos de AHI evaluarán las necesidades específicas y diferenciales de estas víctimas y procurarán que el acompañamiento y las ayudas otorgadas sirvan para que sus derechos sean satisfechos por el Estado y avancen en la superación de su condición de víctimas.